jueves, 22 de septiembre de 2016

El arquitecto que no construía casas.



El grupo de heavy metal sueco Fucking Werewolf Asso no debe de ser muy conocido fuera de su país. Recurre, como es habitual en esos grupos, a una conocida iconografía satánica. Su reciente primer disco se titula Why do you love me Satan? Hasta ahora, sin novedad en el frente.
El título de una de las canciones llama las atención. Alphonse Laurencic, sin conexión aparente con el satanismo. La letra, mediocre, contiene unos versos que señalan una pista qué seguir:

"you  were right all along alfonso,
modern art is a torture"

Alfonso debe referirse a Alphonse. Se escribe, sorprendente y quizá significativamente en español: alfonso.

En efecto, Alphonse (o Alfonso) Laurencic existió. Era un francés de la primera mitad del siglo XX de familia austro-húngara. Se educó en Viena. Era -o decía ser- pintor, director de espectáculo de variedades y, ante todo, arquitecto.
Se instaló en Barcelona durante la Guerra Civil. Formó parte del temido Servicio de Información Militar (SIM) republicano, un organismo casi autónomo que agrupaba servicios secretos. En tanto que arquitecto, Laurencic recibió el encargó de proyectar las checas más célebres de Barcelona. Éstas, numerosas, situadas mayoritariamente en la parte alta de la ciudad, eran celdas de castigo y tortura. Se ubicaban en sótanos, pero también en pisos. Entre las más conocidas, la que se ubicaba en la Pedrera, el edificio de Antoni Gaudí, donde moraba también Pedro un agente húngaro conocido por su crueldad. Desconozco si se han preservado trazas de este siniestro pasado del emblemático edificio.
Esta checa, sin embargo, no podía rivalizar con las que Laurencic proyectó en las calles de San Elías, Vallmajor 1, y Zaragoza 77 (ninguna placa municipal recuerda este oscuro episodio de la vida de lo edificios; en ocasiones, no se quiere responder).



Vallmajor 1



Zaragoza 77


Eran "célebres": quién entraba no salía más, se contaba. Se trataba de espacios subterráneos de difícil acceso a través de estrechas escaleras de caracol. con unas medidas calculadamente tan reducidas que no se cabía de pie ni acostado. Ladrillos macizos de canto depositados al tresbolillo en el suelo impedían sentarse, estirarse y desde luego apoyar los pies en el suelo que solo podían descansar sobre el filo de aquéllos. Un estrecho banco macizo de superficie inclinada no permitía que se pudiera dormir sobre él: el prisionero caía sobre el duro canto de los ladrillos. Las paredes se cubrían con pinturas geométricas o abstractas que el propio Laurencic reconoció, durante los interrogatorios al finalizar la Guerra, que estaban inspirados por pinturas de la Bauhaus, de Kandinsky especialmente. Los colores fueron escogidos en función al efecto que se quería producir. La teoría del color romántica desembocó en la concepción de celdas de tortura. Pero también afirmó haberse inspirado en las obras de Salvador Dalí. Esta afirmación no era gratuita. Se proyectaba la conocida e insostenible escena de la película de Buñuel y Dalí, El perro andaluz, en la que se "ve" cómo una hoja de afeitar rasga un ojo. Luces violentas, ruidos ensordecedores y el angustioso tic-tac de un reloj que no marcaba la hora acompasaban los días en las checas, entre tortura e interrogatorio, antes de la escenificación final.
La tortura, psíquica y física, mediante el arte (pintura, música) y arquitectura (proyecto de espacios inhabitables), que se inicio quizá en la Unión Soviética en los años 30, llegó a su plenitud en las checas españolas de finales de los años 30. Desde entonces, esos métodos no han cesado. Países como los Estados unidos utilizan la música -"heavy metal", con lo que volveríamos al inicio del texto, pero también dosis de música "country"- a todas horas, a todo volumen, poniendo una y otra vez las mismas canciones, para que los prisioneros se desmoronen.
Si hubiéramos sido Laurencic y nos hubieran encargado esos proyectos, ¿qué hubiéramos hecho? Desde el punto de vista de la estética, eran obras admirables: receptáculos de obras de arte -pintura, música-, obras de arte total; desde el punto de vista funcional lograron su propósito con creces; unas tres mil personas murieron de las torturas; mas, ¿y la ética?
Los arquitectos solemos responder ante encargos dudosos que siempre es mejor aceptarlos antes de que caigan en manos de peores arquitectos. De algún modo, siempre podremos mejorar el encargo. Mas, ¿cómo "mejorar" celdas de tortura? ¿con "mejores" obras, con formas más refinadas?; ¿renunciando al encargo, lo que durante la Guerra Civil probablemente hubiera equivalido a una sentencia de muerte?. El Partido Comunista estalinista no bromeaba.
Esta es la pregunta lacerante  que los arquitectos iraquíes, obligados a formar parte del equipo presidencial de ingenieros y arquitectos del difunto presidente iraquí Saddam Hussein -so pena de muerte en el caso de la no aceptación-, aun se hacen. Tuvieron que construir, en pleno embargo, suntuosos palacios y edificios de máxima seguridad. La vida de sus familias estaba en juego. Aceptar o morir. Defender unos ideales o sucumbir por la culpa.
Una diferencia sustancial, sin embargo, entre ambos casos: Laurencic ingresó voluntariamente en el SIM. El encargo era, pues, "natural", dados sus "conocimientos" o aptitudes técnicas.
La creación humana no se libra del peso de las consecuencias de las decisiones tomadas y de los gestos efectuados. Toda acción, toda obra revela el valor de un gesto.
Prefiero no pensar qué habría decidido.


La video-proyección Artifact del artista francés Cyprien Gaillard (1983), filmada en Iraq en 2011, se acompaña de la música, repetido una y otra vez, con la que los marines norteamericanos torturaban a los prisioneros iraquíes.

Agradezco a Gregorio Luri la comunicación de algunos datos 

5 comentarios:

  1. Soy Miquel. http://totbarcelona.blogspot.com.es/

    Hice para un trabajo hace tiempo para la asignatuta de Arte y Sociedad (Pedagogía) sobre el cromatismo de la Bahaus y Josef Albert con su pintura. Tengo todavía el esbozo del trabajo, que si lo desea se lo paso por correo.
    Mi madre fue miliciana de la CNT/FAI, y me explicó alguna pequeña (tampoco quería hablar más, ni yo escuchar) anécdota de cuando sus andanzas. Ahora tengo 63 años.
    Hay otro bloc que comparto con Francesc Cornadó (Escritores Recónditos), pero sólo se dedica a la literatura.

    Si quiere enviarme su correo para que le envíe las fotos y el texto, lo haré con gusto.
    Me he apuntado a su bloc. recomendación de F.Cornadó.

    miquelcartisano@hotmail.com

    Salut.

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    1. Muchas gracias por au mensaje y la recommendacion
      Le he escrito a su correo electrónico
      Un atento saludo

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  2. Muy intersante todo. Espero que lo que Miquel añada a este tema, lo podáis comprtir. Ya me había llamado la atención el aspecto Bauhaus o modernista de la checa cuya foto publicaste en un post anterior. Muchas gracias

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  3. Buenos días

    Desde luego si D. Miguel Cartisano lo autoriza incluiré las imágenes y datos que ha remitido generosamente en este blog

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