jueves, 3 de septiembre de 2015

ANTONI TÀPIES (1923-2012): ESGRAFIADOS DE LA ESCUELA PÍA DE BARCELONA(1953-1957)

Siendo estudiante, a principios de los años ochenta, tuve que realizar un trabajo para una asignatura de historia del arte. Escogí el tema del art deco catalán, hasta entonces casi inédito.

Un artesano contactado, no recuerdo su nombre por desgracia -ni vive, seguramente, pues todos los artesanos y artistas consultados eran ya muy mayores- me comentó que Antoni Tàpies había realizado unos relieves art deco en una fachada de Barcelona, si bien había "renegado" de esta obra de juventud.

Se trata de los numerosos relieves, de estilo entre art deco y "años 50", que ornan la fachada de la Escuela Pía en la calle de Balmes de Barcelona. Se realizaron entre los años 1953 y 1957, cuando en artista tenía entre veinte y veinticuatro años. Se conservan en buen estado, pese a la polución callejera. La calle sufre un intenso tráfico. Aluden a las artes liberales, entre las que destacan las artes plásticas (arquitectura, teatro, música, poesía, etc.), y a las virtudes de las enseñanzas de la orden (justicia). Quizá sorprenda la directa referencia a Antoni Gaudí, a quien admiraba.

Están catalogados y reconocidos por la familia, pero no aparecen en ninguna publicación ni siquiera en el catálogo razonado de la obra del artista.
Según la familia del artista, Tàpies, que vivía enfrente del colegio religioso, recibió el encargo por haber sido alumno de este centro, cuando la ampliación del edificio (que sigue perteneciendo a la misma orden religiosa). Al parecer, no recibió pago alguno. Parecen reflejar la influencia de Ángel Ferrant. Se desmarcan del estilo realista más conocido de los inicios, y del surrealista posterior.
El artista, al parecer, consideraba que se trataba de una obra sin importancia y nunca se menciona. Tampoco se ha divulgado.

Agradecimientos a Sandra Fortó y la Fundación Tàpies.

Es posible que alguna persona tenga más datos

Nota: la entrada sobre Antoni Tàpies en Wikipedia, muy completa, destaca esta obra, con un breve comentario, que incluso se reproduce





















Fotos: Tocho, septiembre de 2015

2 comentarios:

  1. Antoni Tàpies era muy celoso de su personaje-obra, demasiado. Si por él fuera incluso hubiera renegado de sus primeras piezas divulgadas, pero claro, detrás estaban Miró y Ponç. De haber podido se hubiera gustado nacer como artista a partir de las paredes y tapias que le inspiraron y del Zen que le alumbró…¡plof!.

    La misteriosa sigla A.M.P.I. (“Ad maius pietatis incrementum”) en los Escolapios de San Antón donde yo estudié la denominábamos con chirigota como “A Madrid pelen indis”.

    Lo que digo y dice usted no desmerece en absoluto el gran valor de su arte, pero demuestran un aspecto de su tacañería o doble moral.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por la precisión. Mi conocimiento de las órdenes religiosas educativas es mínimo y desconocía la existencia de la máxima Por el incremento de la piedad.
    La relación entre Tàpies y otros pintores, tal como se descubre en sus textos, era difícil, toda vez que reconocía a pocos. Sus diatribas contra Dalí (la reciente reevalución de Dalí da lugar a espectáculos tan grotescos como el que muestra el pabellón español en la Bienal de Venecia), merecidas o no, así lo atestiguan.
    Del mismo modo, sorprende el repudio al que Tàpies sometió a Dau al Set, o la falta de reconocimiento de su importancia.
    Algunos estudiosos sostienen que el gran artista de Dau al Set (luego irremediablemente perdido en la grandilocuencia) fue, no Tàpies (ni Pons) sino Tharrats, como se descubre en la mejor (y excelente) obra de la por otra parte mediocre exposición sobre el arte catalán de los años cincuenta a los setenta, hoy en el MNAC de Barcelona. El cuadro escogido de Tharrats supera la obra de cualquier otro miembro de aquel grupo.

    ResponderEliminar