viernes, 11 de mayo de 2012

El secreto del Museo del Diseño (DHUB) de Barcelona, o cuándo éramos ricos







El nuevo Museo del Diseño de Barcelona (llamado Dhub) ha sido presentado a la prensa esos días, cuando las obras están concluyéndose.
El edificio, conocido como el yunque -o el elefante-, presenta un grueso cuerpo en voladizo que acoge un auditorio y que vuela sobre el anillo de circulación elevado de la plaza de las Glorias (que está a punto de ser derribado).

La prensa se sorprende del tamaño y del coste: más de cien millones de euros, un presupuesto que, al parecer, seguirá creciendo, y que incluye desvíos de túneles para infraestructuras subterráneas ya que personas del Ayuntamiento cuentan que los arquitectos se negaron a desplazar el edificio cuando se descubrió los problemas  que planteaban las infraestructuras del subsuelo.

Lo que quizá no se sabe es que hace algunos años, algunas personas que participaban en la organización del museo, ante el proyecto recibido, consultaron muy discretamente a unos arquitectos para que emitieran una opinión sobre el proyecto y les pidieron que trataran de arreglarlo.

El veredicto fue inapelable. El proyecto no tenía solución. No tenía pies ni cabeza. La organización espacial era absurda. Se tenía que replantear enteramente, cambiar la entrada, reorganizar los circuitos, etc. Lo que no pudo ser posible.

El proyecto ha seguido pues adelante.

Los responsables ya sabían lo que les venía encima.

Hoy, una parte del museo, aún no inaugurado, está en venta para empresas.

 

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